miércoles, 15 de octubre de 2014

5. DE LIBÉLULAS Y CRISANTEMOS ROJOS



Colección de collages: "La vida es bella"

Collage "Libélulas y crisantemos rojos"
95 euros
Libélula es una de mis palabras favoritas del castellano. Me gusta porque al pronunciarla " li.. bé.. lu.. la.. " siento como un aleteo en el paladar, como si una mariposilla revolotease en el cielo de la boca. 
La libélula para algunas culturas es porteadora de fortuna, de buenas noticias. La mayor parte de su vida se pasan siendo larvas que viven bajo el agua, en el oscuro fango. Solo en la edad adulta se transforman, despliegan sus alas y vuelan sobre la superficie de los ríos como si fueran unas delicadas bailarinas que apenas tocasen el agua con la punta de sus pies. 
Para muchos son seres mágicos como las hadas. Para los samurais; símbolo de fuerza y victoria. Una curiosidad; 
Japón tuvo como primer nombre Akisu Shima, la Isla de las Libélulas 
Según la leyenda hinduísta , este ser alado nos quita el velo para que podamos escuchar los mensajes ocultos del Universo. La libélula nos anuncia que es el momento de dar un paso adelante, de dejar de justificar todo lo que nos pasa echando la culpa a lo externo.Sólo nosotros somos responsables de de lo que ocurre en nuestra vida y para cambiarlo solo tenemos que descubrir que es lo que no funciona en nuestro interior, cambiarlo, y volver a ser los seres de luz que siempre fuimos.
Originaria de Asia, y cultivada en China desde el 1500 a.C.; los crisantemos en el lenguaje de las flores significan "Amor" y, en especial, el crisantemo rojo "amor para siempre". Aunque en Occidente, al florecer esta flor en noviembre, es la típica del día de Todos los Santos.

 Cuando hice este cuadro de crisantemos y libélulas pensé en mis amigas, en cómo me están ayudando a tirar de este carro con su alegría, paciencia y apoyo constante.
Y por supuesto,  en mis hijos y mi familia. Ellos son mi fuerza; mi amor por todos ellos sé que es y será eterno.Sin ellos no lo conseguiría. Son mis alas. Y lo que siento por ellos es Amor limpio como las aguas que sobrevuelan las libélulas, amor dichoso como el florecer del crisantemo


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